Hay un proverbio georgiano que dice “un invitado viene de Dios”, y lo dicen en serio. Georgia es reconocida como uno de los países más hospitalarios para los visitantes del mundo. Es especialmente amigable para los estadounidenses, ya que solo requiere un pasaporte (sin visa) para visitar. Estados Unidos fue un gran defensor de la independencia de Georgia y, aunque vamos allí en relativamente pocos números (en comparación con los viajeros regionales), los estadounidenses pueden esperar la legendaria hospitalidad georgiana en todos los rincones del país.
Aquí está mi perspectiva personal: trabajé allí hace 25 años como co-productor ejecutivo en una película para niños, “The Falcon”. Fuimos la primera coproducción georgiana-estadounidense, con georgianos y estadounidenses trabajando juntos en todas las capacidades, desde actores hasta productores y líderes técnicos. Todos estábamos abrumados por la generosidad y amabilidad de las personas que conocimos. He viajado por toda Europa, pero si alguien pregunta mi lugar favorito, siempre respondo a Georgia.