Ambas elecciones podrían ser buenas opciones para el invierno *. Suiza, si desea disfrutar de las montañas y la nieve, Roma porque tiene un mejor clima de invierno que la mayoría de las otras ciudades europeas.
Sin duda, se puede disfrutar de Roma con un presupuesto ajustado, si evita las áreas llenas de turistas. Muchas atracciones hermosas son gratuitas para visitar. Simplemente caminar por la ciudad puede ser lo suficientemente placentero como para disfrutar de toda su belleza. Puedes comer comida fabulosa en restaurantes sencillos sin gastar una fortuna (haz tu tarea antes) Los romanos son ingeniosos, ruidosos y extrovertidos, pero los turistas pueden representarlo como un poco agresivo y oportunista a veces. Lo mejor sería encontrar un lugar amigable donde alojarse (por ejemplo, un hotel o casa de huéspedes familiar) donde pueda encontrar a alguien local dispuesto a llevarlo bajo sus alas, mostrarle o darle algunos consejos internos. Los italianos son geniales en eso.
Suiza, por otro lado, es un país hermoso, seguro y acogedor, pero no es el lugar más barato para vacacionar si tiene un presupuesto limitado. Especialmente si te diriges a las estaciones de esquí en las montañas. El alojamiento y la comida pueden ser un asunto bastante costoso. Suiza tiene hermosos paisajes de paisajes y paisajes, pero enero podría no ser el mejor momento para aprovecharlo al máximo.
Algunas otras opciones. Estoy de acuerdo con la sugerencia sobre Praga, famosa por ser una de las ciudades más bellas de Europa si no te importa el clima frío. También sigue siendo más barato que otras ciudades importantes. Viena podría ser otra opción, ya que mantiene cierto encanto incluso durante el invierno y puede ser perfecto para un viaje romántico. Podría agregar un posible viaje corto a las montañas para disfrutar de la nieve, ya que una semana en Viena puede ser demasiado larga.
También estoy bastante intrigado por Reykjavik y sus alrededores en Islandia (que está en mi lista por ahora). Algo un poco fuera de los mapas turísticos habituales. Podrías experimentar el verdadero invierno duro, perfecto para acurrucarte con tu novia frente a un incendio, tener la oportunidad de ver cómo la mandíbula deja caer la aurora boreal o disfrutar de los baños geotérmicos.
* Estoy vinculado con ambos países por nacimiento