Obtuve mi licencia de piloto en 1965 y aprendí a conducir una motocicleta en 1970. Todavía estoy haciendo ambas cosas. (Hay un mensaje en eso).
Diría que, con un par de excepciones, hay pocas o ninguna habilidad física que se transfiera entre el vuelo y el motociclismo. Esas excepciones son: ser suave y usar presión sobre los controles en lugar de movimientos rápidos y duros.
Pero hay muchos aspectos mentales y de seguridad que son complementarios.
- Preparación: los pilotos y motociclistas se benefician de la preparación temprana. Los pilotos deben verificar el clima, las rutas, el combustible, la inspección previa al vuelo, etc. ¿A qué parte de eso cree que un motociclista no debería prestarle atención?
- Seguridad: los pilotos están entrenados desde el principio en que la seguridad es el objetivo final. Los resultados de no tener una mentalidad de seguridad pueden ser catastróficos para cualquier disciplina. Planifique bien, siga la planificación, aprenda y siga las “regulaciones” (leyes). Luego, opere en el “medio del sobre”. Funciona para volar, tiene sentido también para un motociclista, ¿no?
- Aprender: aprende, aprende y luego aprende un poco más. Después de todos estos años de vuelo y con todas las “licencias” (calificaciones) de mi piloto y después de poseer 13 motocicletas, sigo trabajando constantemente para aprender a ser un piloto y motociclista mejor y más competente.
- Cambio: no importa cuál sea la preparación, a menudo sucede algo que cambia los planes. Los buenos pilotos y los buenos motociclistas toman los cambios con calma y evitan cualquier impedimento.
- En el momento: ambas disciplinas se benefician de que el piloto / motociclista esté constantemente “en el momento”. Soñar despierto, pensar en lo que olvidó hacer en el trabajo, pensar en otra cosa que no sea lo que está haciendo en ese momento exacto es una receta para perder el automóvil a punto de girar frente a usted o no darse cuenta de que el clima en su destino ha cambiado para peor.
- Precisión: probablemente todos juzguen de manera innata a un piloto de avión por la calidad de sus aterrizajes (lo cual no es justo). Los motociclistas son juzgados por otros motociclistas según su suavidad y control mientras conducen. Ambas disciplinas se benefician cuando el piloto / motociclista trabaja constantemente para ser lo más suave y preciso posible.
- Calma: nada es peor que los nervios o incluso el pánico. Cocine una esquina demasiado rápido en una motocicleta, póngase nervioso con el viento cruzado fuerte y lleno de baches cuando se prepare para aterrizar, y se verá comprometido. Ambas disciplinas requieren que el piloto / motociclista mantenga la calma ante la adversidad.
Como puede ver, hay aspectos complementarios tanto en el vuelo como en el motociclismo y la muy buena noticia es que gran parte de las habilidades que aprende de una se pueden aplicar a la otra.