A gran altitud, la temperatura baja y los vasos sanguíneos se contraen (especialmente los vasos periféricos) limitando el flujo de sangre a las extremidades. Como resultado, el suministro de sangre a las extremidades disminuye causando entumecimiento. El entumecimiento en las manos o los pies es la primera etapa del desarrollo de una congelación.
Las congelaciones deben detectarse lo antes posible y se debe buscar asesoramiento médico lo antes posible. Si la congelación progresa aún más, frotar el área para calentarla solo causará más daño tisular y dolor debido a la fricción.
En caso de entumecimiento,
- Mantenga la parte afectada elevada para reducir la hinchazón.
- Muévase a un área cálida para evitar una mayor pérdida de calor.
- Tenga en cuenta que muchas personas con congelación también pueden experimentar hipotermia. Salvar sus vidas es más importante que preservar un dedo o un pie
- Quítese todas las joyas y la ropa restrictivas porque pueden bloquear aún más el flujo sanguíneo.
- Déle a la persona líquidos tibios, sin alcohol y sin cafeína para beber.
- Nunca caliente un área afectada si existe la posibilidad de que se congele nuevamente. Este ciclo de descongelación es muy dañino y conduce a resultados desastrosos.
- la cantidad final de destrucción del tejido es proporcional al tiempo que permanece congelado, no a la temperatura absoluta a la que estuvo expuesto. Por lo tanto, el transporte rápido a un hospital es muy importante.