¿Qué piensan los italianos sobre los turistas?

Puedo decirles que cuando fui a Venecia o cuando voy a Florencia en el centro casi no encuentro italiano, a menudo incluso entre el personal de las tiendas y restaurantes. Esos lugares se están convirtiendo en Disnelylands.

La industria del turismo representa aproximadamente el 18% del PIB italiano. Muy importante. Pero la industria turística no comparte mucho los ingresos: un hotel tiene pocos empleados con un buen salario, la mayoría son trabajadores de bajos salarios, a menudo trabajadores negros e incluso trabajadores negros, lo mismo es cierto para restaurantes, tiendas y casi todo lo relacionado con los turistas.

Eso no quiere decir que los turistas no sean bienvenidos, lo son, pero para la mayoría de los italianos solo hay un retorno económico indirecto de su presencia y una molestia muy directa por la presencia masiva de muchas personas, el aumento de los precios en las ciudades (las turísticas), falta de servicios, etc.

Como viajero experimentado que tenía trotamundos a unos 50 países, puedo decir que las actitudes locales hacia los turistas varían desde la bienvenida a la resignación hasta la xenofobia.

Acabo de regresar de una gira de 11 días por Italia. Las ciudades visitadas incluyeron Roma / Vaticano, Pompeya, Venecia, Florencia, Pisa, Siena, Milán, así como la isla de Capri y Cinque Terre en la costa de Almafy.

Tuve un contacto muy limitado con los italianos locales, así que lo que estoy resumiendo aquí es mi intuición basada en los guías turísticos locales en cada una de las ciudades, y las aportaciones de otros en mi grupo turístico. En cada ciudad y lugar que visitamos, había multitudes de turistas, en las plazas, carreteras, catedrales y museos de la ciudad.

Para los guías turísticos y puntos de venta turísticos, no hay duda de que los turistas son bienvenidos. Para Italia, el turismo es un importante generador de ingresos y un motivo de orgullo nacional para atraer a los visitantes admiradores.

Para el habitante promedio de la ciudad, la posibilidad de soportar indefinidamente a las multitudes es desalentadora. Por ejemplo, en Capri, la mayoría de las casas se han convertido en tiendas o alojamientos de tipo airbnb.

Entonces es una bendición mixta.

Mi experiencia como turista en Italia es la “fatiga turística” de los italianos muy pacientes y hospitalarios (y de tailandeses, balineses, españoles, londinenses, hawaianos y aldeanos en Machu Picchu …

En algún momento, su tolerancia nativa se cansa, y desea que su ciudad, su playa, su montaña, su templo, su restaurante / bar VUELVA nuevamente sin todas estas personas perdidas con sus quemaduras solares, diarrea, malas actitudes y quejas.