La mayoría de los estadounidenses en realidad no son tan celosos, lo que indica que hay inmensas diferencias culturales entre las dos culturas nacionales.
Se dice, correctamente aunque cliché, que los franceses trabajan para vivir mientras que los estadounidenses viven para trabajar. La mayoría de los estadounidenses definen quiénes son por lo que hacen y, por lo general, se contentan con que no haya edades de jubilación predeterminadas. Como tengo esa edad, escucho a muchos estadounidenses maduros felices de poder cobrar la seguridad social y trabajar a tiempo completo una vez que alcanzan los 66 años.
Estas diferencias culturales explican algunas de las métricas contrastantes entre los dos países. Estados Unidos, por ejemplo, tiene un PIB per cápita un 47% más alto que Francia Francia frente a Estados Unidos: Datos y estadísticas de la economía. Por otro lado, Francia tiene un porcentaje más bajo de la población por debajo del umbral de pobreza. En general, los estadounidenses parecen dispuestos a trabajar siempre que sean recompensados por sus años de trabajo, vidas laborales y semanas laborales más largas.