Yo diría que no lo es. Esto me pasó en Roma. Mi mamá caminaba rápido y estaba muy por delante de mí y mi papá. De repente, un chico puede para mí y mi papá y nos preguntó sobre un lugar. Él hablaba italiano y no podíamos entenderlo y le decíamos que no sabíamos. Mi madre no pudo escuchar esto y continuó despertando. Mientras le decíamos que se fuera, otra persona se acercó. Dijo que era de la policía y, mientras mostraba su identificación (que estaba en su billetera) estaba completamente cubierta de cierta tela negra. Entendí que no era un oficial de policía. La persona que se llamó a sí mismo un oficial de policía nos pidió nuestros pasaportes y nos dijo que el tipo que nos estaba preguntando sobre el lugar era un asaltante. De repente, mi madre regresó y se preguntó qué tan lento estábamos caminando. Tan pronto como vio venir a alguien, se escapó.
Por suerte para nosotros fuimos salvados por nuestra madre. Después de ese incidente, tuvimos una cena increíble en un restaurante muy caro 😛