Hubo un tiempo en que los niños soñaban con dos meses absolutamente celestiales . Los veranos no eran demasiado calurosos, ni los días demasiado largos. No había absolutamente nada más que las horas maravillosamente dulces de juego y los días despreocupados de pura felicidad.
Lo llamamos las vacaciones de verano!
Al caminar por el carril de la memoria, hay algunas cosas que todavía están grabadas en mi mente y son tan frescas y cristalinas como una gota de rocío.
• Empaque los cuadernos viejos.
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Lo primero que hay que hacer. Todos los años. ¡No más estudiar!
• ¡Saca juguetes y juegos de mesa!
¡Hora de un poco de acción!
• ¡Despierta temprano, todo enérgico y alegre, para salir y jugar lo antes posible!
A diferencia de la generación actual, ¡salimos a jugar! Niñas y niños, jugando al cricket, al fútbol, a las escondidas, atrápame si puedes y qué no, en callejones y caminos de la aldea era algo común en ese entonces. ¡No había teléfonos inteligentes para atraernos a la sombra de nuestras casas en ese entonces!
• ¡ Conoce primos, tíos, tías y abuelos!
Las vacaciones de verano eran el momento en que todos en la familia se unían y disfrutaban del amor y la unión de la sangre. Para las personas como yo que se mantuvieron alejadas de los familiares, las vacaciones de verano fueron la puerta de entrada para sentir el calor y la belleza de la familia.
¡Ir de viaje!
Para nosotros, esos sesenta días fueron cuando nuestros padres hicieron tiempo y nos llevaron a viajes a lugares geniales. Ningún lugar era “aburrido” o “inútil”. A donde nos llevaron fue el mejor lugar y cada viaje fue el mejor. No había DSLR ni selfie-sticks, ¡pero obtuvimos algunas hermosas fotografías que aún se conservan en esos álbumes recubiertos de plástico!
En estos días, cuando la tecnología ha avanzado tanto y se ha apoderado de nuestras vidas en forma de teléfonos inteligentes y computadoras portátiles, estos son algunos de los recuerdos más preciados que nunca dejan de sonreír. Me pregunto si los niños de hoy pueden mirar hacia atrás y sonreír con la calidez de esos dulces recuerdos, ¡unos años después de la edad adulta!
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Notas al pie
[1] Google